sábado, 13 de julio de 2019

Una oreja para Luis David Adame en la corrida de La Palmosilla

Buen debut de La Palmosilla en Pamplona, con tres toros importantes y que podían haber servido para abrir la puerta del encierro. Luis David, el mexicano, entraba en sustitución del valenciano Román, llegó con ganas y revolucionado, sobre todo en su primero, al que cortó tras ponerle banderillas al paso y una estocada efectiva. La plaza tenía suficiente.

El navarro Javier Marín, sin embargo, tuvo el peor lote de la tarde, que sumado a su escaso bagaje complicó el panorama. No por entrega y disposición, porque Marín vino dispuesto y a por todas, pero las cosas no salieron con ninguno de sus dos toros, ambos complicados, bastos, embistiendo por arriba y, sobre todo el sexto, buscando al torero sin disimulo.

Feo y peligroso fue el susto que el cirbonero pasó con el último de la tarde, un toro imposible, bien picado y que podía haber roto en bueno, pero se torno casi imposible. Se revolvió con dureza, derribó al navarro y lo buscó con saña en el suelo, según la web Navarra.com

Desconfió desde ese momento Marín, que aún se puso en la cara del toro de nuevo, pero poco más que evitar los derrotes del toro pudo aportar. Tuvo dificultades para matar, con un detalle precioso de la plaza de Pamplona, que irrumpió en un cariñoso y cómplice aplauso a su paisano cuando peor lo estaba pasando. Ejemplar.

El mejor lote de la tarde cayó en manos de José Garrido, que lo desaprovechó de tal forma que parecía imposible no sacar partido de la embestida codiciosa del primero. Se vio en todo momento por un toro con mucho motor que no paró de moverse y que, además, lo hacía con clase y mucho gusto.

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