Roca Rey compareció en Pamplona lesionado del hombro derecho. Nada que objetar a las ganas y el impetú del peruano por estar en Pamplona, es de agradecer, según la web Navarra.com
¿Pero merece la penar ponerse lisiado ante la cara del toro y ofrecer el espectáculo de probar el descabello hasta en 12 ocasiones a punto de que un toro fuera devuelto al corral?
Hasta las peñas habían colocado una pancarta pidiendo silencio cuando torearse Roca Rey y se volcaron con el diestro, como el resto de la plaza en cuanto hizo aparición en el tercero de la tarde. Las ganas de volver a sacar al peruano a hombros eran desmedidas, posiblemente como las ganas del nuevo Rey de Pamplona de no perderse la feria de San Fermín.
El dolor fue patente en Roca Rey, que se cambiaba de mano el descabello, sin fuerza tras varios intentos en una corrida en la que pudo salir a hombros. Se notaba que no podía y así lo reflejaban sus gestos de angustia y su ausencia de fuerza en el brazo.
Posiblemente, no debió acudir a esta tarde el diestro, y así reservarse para la corrida del próximo día 12, con toros de Cuvillo. Tampoco estuvo en Soria y Burgos para comparecer en Pamplona, y queda la duda de cuál será su estado el próximo viernes en la sexta de San Fermín.
Hasta el momento de entrar a matar el primero de su lote, lo cierto es que Roca Rey estuvo inspirado con el capote y muy metido en la faena en los primeros compases de un gran toro de Jandilla, el mejor de la tarde junto al primero de la corrida.
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