En menos de un año, Mikel Sabaté Sarriés, de 41 años, se ha visto por dos veces las caras con "Endiosado", un morlaco negro mulato de 590 kilos de la ganadería Victoriano del Río. La primera fue el 12 de julio de 2011, cuando un mozo empujó a Sabaté y éste se cruzó en el camino de Endiosado en la cuesta de Santo Domingo, según Diario de Noticias.
"Me tocó el hígado, el riñón y el pulmón y me rompió dos costillas", recuerda Sabaté. El segundo encuentro fue más pacífico. La cabeza de "Endiosado" luce en la peña Los de Bronce desde que el pasado sábado 14 de abril sus amigos le obsequiaran con la testa del morlaco en una comida sorpresa.
"Me dieron una foto ampliada del momento de la cogida y por la puerta de la cocina me sacaron la cabeza. Me engañaron, no sabía nada. Me emocioné, es una pasada que toda esta gente haya hecho esto por mí", señala Sabaté. El proceso para adquirir la cabeza de Endiosado empezó el mismo día que el morlaco le embistió provocándole una cornada de 20 centímetros.
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